domingo, 31 de agosto de 2008

Bebés prematuros y cómo cuidar a su bebé


¿Los bebés prematuros necesitan cuidado especial?

Sí. Los bebés que nacen prematuramente (antes de término) pueden necesitar cuidado especial durante sus primeros dos años; especialmente si fueron muy pequeños al nacer, o sea si pesaron menos de 3 libras (1,36 kg). Aquí hay algunos consejos acerca de cómo cuidar a su bebé cuando él o ella salga del hospital.

El crecimiento y desarrollo de su bebé

Es importante llevar a su bebé al consultorio de su médico al poco tiempo de que le den salida al bebé del hospital. Su médico revisará el aumento de peso del bebé y se informará de cómo le está yendo al bebé en su casa.

Hable con su médico acerca de cómo alimentar a su bebé. Su médico puede recomendarle vitaminas, hierro y una leche de fórmula especial si el bebé está siendo alimentado con biberón. Con frecuencia se les da vitaminas a los bebés prematuros para ayudarles a crecer y mantenerse saludables. Su bebé también puede requerir hierro adicional. Después de más o menos cuatro meses de tomar gotas de hierro su bebé tendrá aproximadamente la misma cantidad de hierro que un bebé que nació a término. Su médico puede querer que su bebé tome gotas de hierro durante un año o más.

Durante los dos primeros años su bebé puede no crecer con la misma velocidad que un bebé que nació a término. Los bebés prematuros por lo general son más pequeños durante este tiempo. A veces crecen en fases aceleradas. Usualmente alcanzan a los bebés nacidos a término después de un tiempo. Para llevar un registro del crecimiento de su bebé, su médico puede usar tablas especiales de crecimiento para bebés prematuros. Su médico también querrá saber cosas tales como qué tan activo es su bebé, cuándo se sienta por primera vez y cuándo gatea por primera vez. Estas son cosas que los médicos quieren saber acerca de todos los bebés.

El horario de alimentación de su bebé

Al comienzo, la mayoría de los bebés prematuros necesitan ser alimentados entre ocho y diez veces al día. No espere más de cuatro horas entre cada comida; pues si lo hace, su bebé puede deshidratarse, es decir le pueden faltar los líquidos. Entre seis y ocho pañales mojados al día le demuestran que su bebé está recibiendo suficiente leche de pecho o suficiente leche de fórmula. Los bebés prematuros con frecuencia regurgitan (devuelven la leche) después de comer. Si su bebé regurgita demasiado, posiblemente él o ella no va a aumentar de peso lo suficiente. Asegúrese de hablar con su médico si usted piensa que su bebé está regurgitando demasiado.

Poniendo a su bebé a comer alimentos sólidos

La mayoría de los médicos aconsejan darle a un bebé prematuro comida sólida entre cuatro y seis meses después de la fecha original en la cual el bebé debió nacer, no después de la fecha en que el bebé nació. Los bebés prematuros pueden atorarse si se les da comida sólida antes de eso. Ellos tienen que desarrollar su capacidad para tragar. Si su bebé tiene problemas médicos puede resultarle útil una dieta especial.

Cómo duerme su bebé

A pesar de que los bebés prematuros duermen más horas al día que los bebés que nacieron a término, ellos duermen por períodos de tiempo más cortos. Se despiertan con mayor frecuencia y la despiertan a usted también más seguido.

Todos los bebes, incluso los bebés prematuros, deben acostarse sobre la espalda (boca arriba) y no sobre sus estómagos (boca abajo). Use un colchón firme y no use almohada. Dormir sobre el estómago y en colchones blandos puede aumentar el riesgo que su bebé tiene del Síndrome de Muerte Súbita del Infante (SIDS por sus iniciales en inglés).

La visión y audición de su bebé

La bizquera es más común en los bebés prematuros que en los bebés que nacen a témino. El termino médico para la bizquera es estrabismo. Con frecuencia, este problema desaparece a medida que el bebé crece. Es posible que su médico quiera que usted lleve a su bebé a un especialista de ojos para ver si el bebé tiene este problema.

Algunos bebés prematuros tienen una enfermedad ocular llamada retinopatía de la premadurez (ROP por sus iniciales en inglés). La retinopatía de la premadurez usualmente sólo ocurre en bebés que nacen demasiado prematuros: a las 32 semanas de embarazo o antes. Si hay probabilidad de que su niño tenga retinopatía de la premadurez su médico le aconsejará que lo lleve a chequeos regulares con un especialista de los ojos. La retinopatía de la premadurez puede tratarse para ayudar a prevenir la pérdida de la visión.

Los bebés prematuros también tienen mayor probabilidad de tener problemas de audición que los bebés que nacen a término. Si usted nota que su bebé parece no oírla u oírlo dígale a su médico para que le hagan un chequeo de problemas de audición al bebé. Usted puede chequear la audición de su bebé haciendo ruidos detrás o a un lado del bebé. Si su bebé no vuelve la cabeza, o si no salta cuando hay un ruido fuerte, debe informarle al médico.

Las inmunizaciones de su bebé

A los bebés prematuros se les dan inmunizaciones (vacunas) a las mismas edades que a los bebés que han nacido a término. Una vacuna para la gripe puede ayudarle a su bebé cuando éste alcanza seis meses de edad. Los bebés prematuros pueden enfermarse más con la gripe que los bebés que nacen a término. Hable con su médico acerca de vacunas para la gripe para su familia. Esto puede ayudar a proteger a su bebé para no contraer gripe de alguien en la familia.

Viajando en un automóvil con su bebé

Cuando viaje con su bebé en un automóvil use un asiento de automóvil para infantes (u otra clase de transportador para infantes si su médico se lo recomienda). Asegúrese que la cabeza y el cuerpo de su bebé no se desplomen por encima cuando él bebé esté en el asiento para automóvil. Usted puede usar toallas enrolladas o pañales para que sirvan de apoyo al bebé en el asiento para automóvil.

El lugar más seguro para todos los bebés es ir en el asiento trasero. Resulta sumamente importante no colocar a su bebé en el asiento delantero si su automóvil tiene una bolsa de aire en el lado del pasajero. Cuando esté manejando el automóvil con su bebé dele vistazos a través de su espejo retrovisor. O puede hacer que un amigo o miembro de familia se monte en la parte de atrás con su bebé. Si está usando un monitor de apnea para su bebé, éste debe usarse inclusive mientras su bebé monta en el automóvil. Usted no debe dejar a su bebé sólo en el automóvil ni siquiera por un par de minutos.

viernes, 22 de agosto de 2008

TRANSMISION DEL VIH A M BEBE

Formas de transmisión

La transmisión de la infección de la madre al niño puede hacerse en tres momentos diferentes:

  • Durante el embarazo. Generalmente en el tercer trimestre, conocido como transmisión prenatal, es decir antes del nacimiento. Existen datos que demuestran que es posible el contagio a través de la sangre de la placenta durante los 15 primeros días de embarazo, sin embargo parece que menos del 2% de las transmisiones se producen antes del séptimo mes de embarazo.
  • Durante el parto, o perinatal. El recién nacido puede infectarse durante el parto por exposición directa a la sangre de la madre o a sus flujos. Las contracciones del útero pueden facilitar el paso de sangre de la madre al niño.
  • Por la leche materna, postnatal o postparto. El riesgo de adquirir infección aumenta entre un 12-26% en niños amamantados. Cuanto mayor sea el tiempo de amamantamiento mayor es el riesgo, siendo considerable después de los tres meses. El VIH penetra a través de la piel o las mucosas del recién nacido o de la mucosa gastrointenstinal. La lactancia debe evitarse en países desarrollados, pero su prohibición en los países en vías de desarrollo es muy compleja, pues en muchas ocasiones es el único método de alimentación.

Estrategias globales para reducir el contagio

La transmisión del VIH de la madre al niño durante el embarazo, parto y a través de la leche materna representa un 91% de todos los casos de SIDA de la población infantil en los países occidentales. Por lo tanto, la mejor manera de evitar la infección en los niños es prevenir la infección en las mujeres y fomentar una atención prenatal precoz que incluya orientación y pruebas de detección del VIH.

En estas estrategias se tienen que tener en cuenta varios aspectos. Por un lado se trata de la acción global que deben afrontar los gobiernos y los organismos locales para luchar contra la infección, haciendo un diagnóstico precoz y llegando a todas las mujeres infectadas. Por otro, se trata de la estrategia particular que se debe tomar en cada mujer que ya se sabe infectada por el VIH y que decide seguir adelante con su embarazo.

  • Se aconseja que toda mujer embarazada se realice una prueba de VIH en el primer trimestre. Esta prueba no es obligatoria en sentido estricto y pueden negarse a realizarla, sin embargo el beneficio que se puede obtener del diagnóstico precoz tanto para la madre como para el hijo hacen muy importante su realización. Esto adquiere especial importancia en mujeres con algún factor de riesgo conocido, como consumo de drogas o relaciones sexuales promiscuas. Sin embargo, no todas las personas infectadas recuerdan o reconocen un contacto de riesgo, por ello es importante que todas se realicen la prueba.
  • Si el resultado es positivo se aconseja iniciar tratamiento de forma más precoz posible. Diversas terapias han sido estudiadas durante el embarazo: la zidovudina y la nevirapina han demostrado su eficacia sin aumentar el riesgo de problemas en el feto. Estos fármacos se indican a todas las embarazadas infectadas, independientemente de su estado inmune (esto es, incluso en mujeres que no tengan indicación de tratamiento por tener la carga viral muy baja o los CD4 muy altos y no haber tenido ninguna complicación clínica). Cuando la paciente tiene indicación de tratamiento la monoterapia no se considera una opción aceptable por ello, y dado que la mayoría de los fármacos antirretrovirales no son teratógenos en estudios experimentales se podrían plantear estrategias de tratamiento con varios fármacos.
  • El gasto que supone realizare pruebas a todas las embarazadas se considera compensado en los países occidentales por el ahorro que se obtiene al evitar contagios. Por ejemplo, en EE UU se calculó que el costo estimado anual de las medidas de prevención de transmisión perinatal en los Estados Unidos asciende a 67,6 millones de euros. Esta inversión previene 656 infecciones de VIH y representa un ahorro de 105,6 millones de euros por concepto de costos médicos, con un ahorro anual de 38,1 millones.


Las actividades de prevención perinatal del VIH deben ayudar a garantizar que se entre en contacto con todas las mujeres infectadas con VIH en los primeros meses del embarazo, a fin de proporcionarles atención prenatal así como la posibilidad de enterarse de su condición. Si están infectadas se les debe ofrecer terapia preventiva a fin de aumentar las posibilidades de que sus hijos nazcan libres de infección y garantizar atención y tratamientos del VIH de alto nivel para las madres y sus hijos. Un mayor acceso a la atención médica prenatal así como un mayor uso de la misma, permitirán alcanzar esta meta.

Las mujeres que consumen drogas durante el embarazo son las que tienen menores posibilidades de obtener atención médica prenatal. Se requieren mayores esfuerzos a todo nivel (comunitario, estatal, nacional) para integrar las actividades de prevención del VIH con las de prevención del consumo indebido de sustancias y así ayudar a las mujeres embarazadas a que tengan acceso a los servicios necesarios para mejorar su propia salud y la de sus hijos

Mi BEBE y el VIH



Tener un bebé es una decisión muy personal y algunas pacientes infectadas por el VIH deciden no hacerlo o bien se quedan embarazadas y aceptan continuar pese a conocer los riesgos. También se dan casos de mujeres que descubren su infección cuando ya están embarazadas. Lo más importante es que sepan qué peligros corren y cómo se debe actuar para reducir al máximo la transmisión del VIH de la madre al bebé.

Antes de que se dispusiera de un tratamiento eficaz, el número de niños nacidos con VIH podía llegar a 2000 al año en un país como EE.UU. Actualmente, en el mundo desarrollado se ha experimentado una reducción notable en las tasas de transmisión de VIH de la madre al hijo (también llamada transmisión perinatal o vertical). Esta disminución refleja el éxito generalizado de las recomendaciones de los organismos de salud que en los años 94 y 95 instauraron programas para proporcionar orientación y exámenes voluntarios de VIH a las mujeres embarazadas, y para ofrecer tratamiento a las madres infectadas durante el embarazo y el parto, y a los recién nacidos. El problema, sin embargo, sigue siendo de gran magnitud en países en vías de desarrollo.


No existe una evidencia de que el embarazo, por sí solo, cambie el curso de la enfermedad del VIH. De forma similar, la infección no parece cambiar la manera como se desarrolla normalmente el embarazo. Sin embargo, si aparecen infecciones oportunistas graves durante el embarazo éstas sí pueden afectar el curso del mismo o el pronóstico del bebé. Por último, el VIH no parece afectar el desarrollo del feto. No se han descrito malformaciones fetales ni otras complicaciones asociadas a esta infección.

Por lo general el seguimiento de la mujer seropositiva va a ser, durante el embarazo, similar al de otras mujeres, al que se añadirán las pruebas específicas para su enfermedad. Hay que tener en cuenta algunas peculiaridades:

  • Las pruebas invasoras como la amniocentesis (la introducción de una aguja en el abdomen para llegar al útero y tomar muestras del líquido amniótico, que rodea al feto, y que nos permite conocer la presencia de malformaciones fetales) pueden aumentar el riesgo de infección al bebé. Por ello, se debe valorar mucho el riesgo/beneficio al realizar esta prueba. El médico deberá explicar claramente a la paciente las posibilidades de que la malformación exista y hasta que punto es preciso realizar esta prueba o si existen otras alternativas. En algunos casos será conveniente hacerla y se hará, asumiendo un posible aumento del riesgo de contagio del bebé.
  • Con el resto de las pruebas invasoras como el análisis de sangre del cordón umbilical o las muestras de placenta ocurre lo mismo, por lo que hay que hacer una valoración precisa de su indicación.
  • La rotura de la bolsa amniótica aumenta el riesgo de contagio. Se debe evitar en el momento del parto. Si se rompe antes de tiempo, hay que provocarlo en un plazo máximo de 4 horas.

martes, 19 de agosto de 2008

Nuestros bebes son lo mas lindo de la vida entonces por que la violencia a nuestros bebes


La familia es el lugar natural para que los niños se desarrollen y se sientan seguros y protegidos. Sin embargo para muchos niños, niñas y adolescentes en todo el mundo, su casa no es un lugar seguro en absoluto. La violencia en la familia permanece oculta muy a menudo. Incluso cunado los niños intenten hablar sobre ello, puede que los adultos nieguen que en su casa hay violencia.

¿Qué tipo de violencia se produce en la familia?

  • Violencia contra los bebés: puede causar problemas de salud a largo plazo e incluso la muerte. Por ejemplo, sacudir a un bebé puede causarle daños cerebrales o acabar con su vida.

  • Violencia física: la mayor parte de la violencia contra los niños y los adolescentes no lleva a la muerte o a las lesiones a largo plazo. La más frecuente tiene como fin hacer que los niños se comporten

  • y educarles. La dureza en el trato y los castigos tienen lugar en todo el mundo, pero los niños dicen que preferirían recibir una disciplina que no supusiera castigos físicos ni humillaciones. Sólo 16 países en el mundo tienen leyes que prohíban los castigos físicos a los niños en sus casas.

  • Violencia emocional: Los insultos, los motes, las amenazas, el aislamiento o el rechazo hacia un niño son también formas de violencia.

  • Negligencia: esto significa que las familias no hacen todo lo posible para que sus niños tengan todo lo que necesitan para crecer seguros y con salud y que nos protegen de los peligros. Las niñas y quienes padecen discapacidades son los que más riesgo tienen de sufrir negligencia.

  • Violencia sexual: los niños y niñas pueden ser forzados a mantener relaciones sexuales, ser acosados o ser tocados de manera incómoda para ellos, principalmente por chicos y hombres de su familia

  • Matrimonio precoz: 82 millones de niñas en el mundo se casan antes de cumplir 18 años. Muchas no son ni siquiera adolescentes cuando son obligadas a casarse con hombres mayores. Estas chicas pueden tener que afrontar violencia y mantener relaciones sexuales a la fuerza.

  • Prácticas tradicionales dañinas para la infancia:

    • Ablación/Mutilación Genital Femenina (A/MGF).

    • Decoración corporal mediante cicatrices, quemaduras, marcas y otros procedimientos dolorosos.

    • Ritos de iniciación violentos: hacer que los chicos o chicas cometan actos violentos, para marcar su entrada en la edad adulta, o siendo ellos las víctimas de violencia.

    • Asesinatos de honor: se producen cuando un hombre de la familia mata a una chica por haberlos deshonrado, por ejemplo por tener relaciones sexuales fuera del matrimonio o por no querer casarse con alguien concertado.

    • Algunos niños son acusados de “brujería” y ya no reciben cuidados o se abusa de ellos o se les mata. Otros niños son usados como víctimas en prácticas de brujería.

  • Violencia doméstica: entre 133 y 275 millones de niños y niñas en todo el mundo son testigos de violencia doméstica en sus casas, normalmente entre sus padres. Esta violencia puede afectar a cómo se sienten, cómo se desarrollan y como tratan con otras personas a lo largo de sus vidas. Cuando en una familia hay violencia contra la mujer, también suele haber violencia contra los niños.

“Mi padre me ataba a un árbol y me pegaba delante de todo el vecindario, por estar jugando a las cartas con mi primo. Ahora todo el mundo en el barrio se burla de mi por esto y eso me duele más que los golpes”.

“Los Gobiernos deben asegurar que los niños y niñas reciben cuidados apropiados y protegerlos de la violencia, abuso y negligencia por parte de sus padres o de cualquier otra persona que cuide de ellos”.

Del artículo 19.1 de la
Convención de los Derechos del Niño
(versión para jóvene

jueves, 7 de agosto de 2008

Este bebé no para de llorar!


Traducción al castellano: Lucrecia Miranda

Hace unos años, Pam Johann era madre primeriza de un hermoso bebé varon; pero el bebé lloraba horas enteras. Pam estaba asustada, frustrada y ya sin saber que hacer. Un día decidió dejar que Peter llorara mientras ella se ponía a hacer la limpieza de la casa: encendió la aspiradora, y para su propia sorpresa, Peter dejó de quejarse poco después. El niño se había calmado con el ruido intenso y constante de la aspiradora.

Uno se siente tan impotente cuando ya lo ha probado todo: hamacar el niño, cantarle, caminar, ¡pero el bebé simplemente no deja de llorar! Usted se siente frustrado y sin poder alguno, culpable e inepto.

Ese es un momento peligroso: el momento en que algunos padres desesperados cruzan la raya y hacen daño a sus bebés (vea nunca zamarre al bebe). Por eso es muy importante que los padres se preparen con información para saber qué hacer y adónde acudir cuando necesiten ayuda. Expertos sobre bebés remarcan los siguientes puntos:

  • Recuerde que es normal que los bebés lloren. El llanto de un bebé no es reflejo de sus habilidades como padre, sino un intento de comunicarse del niño. En su libro Diagnóstico Médico y Manejo del Maltrato Infantil, el Dr. Robert Reece estima que un infante normal llora de dos a tres horas por día, y que "entre un 20 y un 30 por ciento excede esa cantidad de tiempo, algunas veces de forma sustancial".

  • Asegúrese de que las necesidades básicas del niño estén satisfechas. Con toda probabilidad usted ha pensado en revisar el pañal del bebé y ofrecerle comida. Pero también es posible que el haya comido demasiado. Si su niño parece estar enfermo o tener dolor, llame a su pediatra o a la consejera de enfermería. ¿Ocurrió alguna cosa estresante o inusual ese día? Puede ser que el niño haya sido sobreestimulado por alguna salida demasiado larga o por la presencia de visitas.

  • Pruebe algo diferente. Pruebe acariciar suavemente sus brazos, piernas, o la espalda, aconseja Zero to Three: The National Center for Infants, Toddlers and Families (De Cero a Tres: Centro Nacional para Bebés, Infantes y sus Familias). Envolver al bebé en una manta y colocarlo cerca de usted le ofrece confort y calor. Trate de caminar con el bebé en sus brazos, salir fuera, o dar una vuelta en el coche (con un asiento para bebés debidamente instalado). Ofrézcale un chupete. Exponga al niño a "sonido blanco" continuo (como el sonido de la lluvia o el de un secador de pelo). Zero to Three explica también que algunos bebés pueden sufrir demasiada estimulación cuando los padres los miran y les hablan todo el tiempo. Pruebe cantando sin mirarlo a los ojos por un momento; luego cambie a mirarlo sin hablar.

  • Tome un descanso. Anita Moran, directora de Telephone Assistance in Living with Kids (T.A.L.K., Asistencia Telefónica para Quienes Viven con Niños), una línea de ayuda voluntaria en San Francisco, le recomienda tomarse un descanso cuando se sienta superada por la situación. Una vez que ha satisfecho todas las necesidades del bebé, está bien dejarlo llorar por un rato. Póngalo en un lugar seguro y vea que está haciendo cada cinco minutos.

  • Pida ayuda. Llame a amigos o a algún familiar. También puede llamar a alguna línea telefónica de información local o nacional (vea "Recursos"). Allí podrá obtener ayuda confidencial de emergencia y conseguir referencias para acceder a servicios local

El Planeta De Los Bebes con Hipoacausia


Qué es la hipoacusia?
- La hipoacusia (disminución auditiva) es la enfermedad congénita más frecuente en el recién nacido.
- 3 a 7 de cada 1000 bebés tienen algún grado de hipoacusia. El 50% de los bebés que presentan hipoacusia nacen sanos, no tienen antecedentes familiares, y no presentan factores de riesgo.
- Por más mínima que sea la disminución auditiva en un bebé va a interferir en su desarrollo.
La hipoacusia es una desventaja oculta, por lo que su detección, diagnóstico e intervención se demoran. Hasta hace muy poco tiempo la hipoacusia se detectaba tardiamente, generándole al niño retardos significativos en el desarrollo del habla y del lenguaje, como también retrasos en la adquisición de sus aprendizajes; comprometiendo así sus posibilidades futuras.
Desde el momento del nacimiento, los bebés comienzan a desarrollar su lenguaje.
Los bebés aprenden a hablar a través de lo que oyen, el bebé que tiene dificultades para oir tendrá dificultades en el desarrollo de su lenguaje.
Es importante que no olvidemos que el lenguaje es la base para el desarrollo de sus aprendizajes posteriores.
Desde que existe la posibilidad de chequear la audición del bebé apenas nace, los bebés que presentan alguna disminución auditiva pueden recibir ayuda antes de los 6 meses de vida; evitando así significativos retrasos en sus aprendizajes que los diferenciarían de sus pares.
Investigaciones recientes, demuestran que niños con hipoacusia detectados e intervenidos antes de los 6 meses de vida tienen mejores posibilidades de desarrollar su lenguaje que aquellos que fueron diagnosticados después de los 6 meses de vida.

¿Cuáles pueden ser las causas de la hipoacusia?
La hipoacusia puede generarse en distintos momentos del desarrollo del bebé.
Si la causa fuera prenatal (antes del nacimiento) puede deberse a: infecciones intrauterinas (sífilis, toxoplasmosis, rubéola, citomegalovirus, hiv ), antecedentes familiares de hipoacusia durante la infancia, antibióticos, alcoholismo materno, irradiaciones, alteraciones genéticas.
Causas perinatales (desde el inicio de trabajo de parto a los primeros días de vida): prematurez, anoxia, sufrimiento fetal, bajo peso (menos de 1500 grms.) asistencia mecánica respiratoria prolongada, incompatibilidad RH, antibióticos, infecciones bacterianas (meningitis).
Causas postnatales (adquiridas durante el desarrollo del bebé): traumatismos de cráneo, tumores, meningitis, encefalitis, infecciones de oído recurrentes, rubeola, parotiditis, cuadros genéticos.
Todos los bebés que presenten alguno de estos factores de riesgo, deben tener controles auditivos periódicos a partir del chequeo auditivo inicial que se realiza al nacer.
La detección de la hipoacusia al nacer permite la posibilidad, si fuera necesario, de ayudar a tu bebé durante los primeros meses de su vida evitando así que se instale una desventaja que lo limitará en su desarrollo.

¿Cómo puede ser evaluada la audición de tu bebé?
Lo más importante es que sepas que tu bebé no sentirá dolor ni malestar al ser evaluada su audición.
Su audición será evaluada a través de un procedimiento llamado Potenciales Evocados Auditivos Automáticos. Suaves sonidos serán presentados a los oídos de tu bebé por medio de pequeños auriculares. Tres electrodos recogerán las respuestas del cerebro frente a la presencia del sonido. Esta evaluación se realiza mientras tu bebé duerme o está muy tranquilo.
El resultado indicará si tu bebé tiene audición dentro de los límites normales, o si requiere realizar más evaluaciones.