lunes, 24 de agosto de 2009


Quiero quitarle ya el pañal a mi hijo


PREGUNTA.- Mi consulta es la siguiente: tengo un hijo que ha cumplido dos años ahora y pretendo quitarle el pañal. Lo que estamos haciendo ahora es que mientras estamos en casa lo dejamos sin pañal; le hemos comprado un orinal para que esté a su disposición cuando lo quiera utilizar.

El niño no quiere ni ver el orinal, pero ya va notando cuándo va a hacer de vientre con antelación y me pide que le ponga el pañal, aunque no llego a tiempo. ¿Hago bien? ¿Está inmaduro y es mejor esperar o sigo con la misma conducta? Cuando vamos a la calle lleva pañal y cuando se hace caca me pide que se lo quite, el pipí le da igual.

RESPUESTA.- El control de los esfínteres urinario y anal (comúnmente denominado control de esfínteres) sucede cuando se logra modificar el comportamiento reflejo automático, presente en bebés y niños pequeños, a una conducta voluntaria y controlada. La mayoría de los niños logran este control de los esfínteres entre los dos y los tres años en la etapa diurna. Hacia los cinco años la gran mayoría de los niños ya han adquirido el control nocturno.

En psiquiatría infantil no se considera la presencia de un trastorno del control del esfínter urinario (denominado enuresis) si el niño/niña tiene una edad cronológica (o mental, en pacientes con trastorno del desarrollo) menor de 6 años y ha de haberse descartado por su pediatra que exista alguna enfermedad médica que lo justifique.

No obstante, dada la importancia que tiene el prevenir la aparición de estos problemas, y que "la educación sobre cómo lograr un buen control miccional a una edad temprana es la clave para prevenir la enuresis nocturna de las niñas y los niños", la Asociación de Familiares y Pacientes con Enuresis ha promocionado recientemente la Campaña de Control y Prevención de la Enuresis. En su página web han incorporado recomendaciones para facilitar el aprendizaje del control urinario del niño/a que se han mostrado beneficiosas para conseguir un adecuado control del pipí. Usted podrá acceder a estas recomendaciones

Mi hija es muy introvertida en clase


PREGUNTA.- Tengo una hija de 12 años que es muy introvertida y antisocial. Su maestra me dice que es muy aplicada, pero que no se relaciona con sus compañeros y no sabe trabajar en equipo. Ya va a empezar la secundaria y ser antisocial en esta etapa es algo fatal.

¿Qué me puede recomendar para ayudarla? ¿Este problema se puede superar?

RESPUESTA.- Son múltiples los motivos por los cuales un pre adolescente puede comportarse de una forma introvertida y no relacionarse con sus iguales en el centro escolar. Depende de la personalidad de cada adolescente y su forma o estilo de relación con los demás lo que denota su comportamiento social. En el caso de su hija, desconozco si su introversión y falta de contacto social es algo que le caracterice 'de siempre', o se limite a sus iguales/compañeros, o bien se trate de un cambio reciente en su forma de comportarse y comunicarse con los demás.

Son muchas y variadas las intervenciones que podrían ayudar a su hija a la hora de fomentar su adquisición y puesta en marcha de habilidades sociales y de la comunicación que mejoren su nivel de relación con los demás. No obstante, no todas las intervenciones sirven para cada uno de los aspectos que pueden estar influyendo en la aparición de los comportamientos problemáticos que usted describe en su hija. Por ejemplo, chicos o chicas que hayan sufrido acontecimientos vitales estresantes o estén sufriendo algún tipo de acoso escolar pueden rechazar activamente las relaciones sociales. Por el contrario, chicos y chicas con trastornos emocionales pueden presentar dificultades en el inicio y mantenimiento de las relaciones sociales, a pesar de que quieran llevarlas a cabo (con la paradoja de que se sienten peor cuando observan que no pueden hacerlo). De forma alternativa, algunos trastornos del desarrollo tienen la dificultad en la relación con sus iguales uno de sus criterios diagnósticos.

En cualquier caso, si este comportamiento introvertido genera dificultades en la relación con sus iguales, limita su capacidad de integración a pesar de sus deseos y esfuerzos y está privando a su hija de llevar a cabo relaciones propias de su edad y participar en actividades de grupo de una forma normal. Le recomendaría que fuera valorada por un especialista en psiquiatría o psicología infantil para evaluar la causa de sus problemas relacionales y así desarrollar un adecuado programa de adaptación y comunicación social.